Pedir un préstamo para embarcarnos en un nuevo proyecto, emprender un negocio o comprar una casa puede ser una buena opción. Pero antes de nada es importante analizar nuestra situación, ya que supone iniciar una deuda, y saber distinguir cuándo esa deuda es buena o mala.

Muchas personas toman la decisión de pedir un préstamo tras otro y al final se ven envueltas en una cantidad de deudas que finalmente no son capaces de afrontar.

Esto supone la posibilidad de entrar en la lista de morosos de ASNEF, lo que impedirá que puedas realizar movimientos comunes como cambiar de compañía de la luz o contratar una línea telefónica, entre otras.

¿Qué pasa si pido un préstamo para pagar mis deudas?

Acumular deudas puede provocar que una persona sea incapaz de pagarlas y de nuevo se pide un préstamo para poder hacer frente a todos esos gastos.

Podemos pedir un préstamo de reunificación de deudas que consiste en agrupar todas esas deudas con sus intereses correspondientes en una única mensualidad, pero únicamente podremos hacerlo con la entidad bancaria donde tenemos los préstamos, tarjetas, etc. Es decir, si contraemos deudas que implican varias entidades no podremos recurrir a ello.

Además, esta opción es decisión de la propia entidad para eliminar sus deudas, no las de otras entidades, y únicamente cuando la cuota de la nueva mensualidad sea más baja que las anteriores que podamos asumir con los ingresos que tenemos y no nos suponga más endeudamiento o riesgo extra.

Cuando tenemos muchas deudas pequeñas y las reunificamos en una mayor, podrá suponer una cantidad elevada a pagar y el tiempo previsto de endeudamiento será mayor.

Para que esto no suceda, debemos evaluar los riesgos y buscar alternativas.

Podemos reducir el importe de la deuda distinguiendo entre los gastos obligatorios, que serán los gastos fijos como el alquiler o la hipoteca, y los gastos variables como compras, caprichos, etc. Estos últimos acarrean cantidades más pequeñas que podremos afrontar con nuestros ingresos y así liquidarlos en el menor tiempo posible para centrarnos en los gastos de mayor cuantía.

¿Qué otras opciones tengo antes de pedir un préstamo?

Cuando el balance de los gastos y los ingresos nos sale negativo, es decir, que no podemos hacer frente a todas nuestras deudas y gastos obligatorios, pero tampoco podemos generar más ingresos, debemos recurrir a la Ley de segunda oportunidad.

Esta ley nos da la oportunidad de partir de CERO adecuando nuestras deudas y pagos mensuales de las mismas a nuestras actuales circunstancias.

Por otra parte, podemos recurrir a los microcréditos cuando el motivo es de rápida necesidad.

En todo caso, antes de endeudarse con un préstamo, consulta a profesionales y evalúa tu situación haciendo un balance de los gastos e ingresos y evitando las compras innecesarias.

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